¿Por qué el diseño y la forma de operar de las economías de plataforma de mayor envergadura comporta que vulneren varios derechos sociales en una escala global, como el derecho al trabajo o el derecho a la ciudad? Algunos factores como la financiación de actores como Uber o Glovo, cómo se despliegan en las ciudades, la tendencia que tienen a formar monopolios u oligopolios, o con qué márgenes de beneficios operan, explican las múltiples vulneraciones observadas.

Las movilizaciones de los colectivos de trabajadores y trabajadoras de las plataformas han condicionado la adopción o no de normativas laborales que se han adaptado a estas realidades. El análisis de los casos del estado español y el argentino ejemplifican esta relación entre movilización y (des)protección laboral, y contribuyen a esclarecer cómo futuras normativas pueden completar carencias de las normas existentes.

El análisis en perspectiva de género en el trabajo de plataformas ha estado relativamente ausente en el debate de su regulación. Al no estar bajo el foco mediático y regulador, se han invisibilizado los sectores más feminizados en las economías de plataforma, como el de los cuidados, y cómo éstos les afectan de forma diferenciada.

A raíz de las vulneraciones y disrupciones del modelo de economía de plataforma, junto con las movilizaciones contra los actores que la implementan, han surgido modelos de cooperativas de plataforma que buscan ofrecer alternativas responsables en el reparto. Es vital analizar cuáles son los retos que afrontan estas plataformas para saber qué apoyo se puede dar desde el diseño de políticas públicas, cómo podría ser desde la contratación de las administraciones, y contribuir así a que se consoliden como modelo.

En el ámbito de la digitalización y el consumo, y ante el aumento de las compras online, es necesario analizar cuál es el impacto de las grandes distribuidoras que se han vuelto mega-actores a escala global. El impacto ambiental de empresas como Amazon, y particularmente la entrega en la última milla, representa varios retos en la política local y metropolitana, pero depende de varios factores que su impacto sea mayor a sus alternativas. Respecto a estas distribuidoras, tampoco puede perderse de vista que éstas contribuyen o incurren en vulneraciones de derechos humanos y ambientales que se producen a lo largo de la cadena de suministro.

Por lo tanto, necesitamos trazar cuál es el origen de las vulneraciones de derechos en el consumo digital; profundizar en los efectos que las economías de plataforma tienen en los derechos laborales y en las ciudades, desde una perspectiva de género; y analizar el impacto ambiental de las distribuidoras digitales.