Las ciudades y la sociedad civil hacia Habitat III

Ayer participamos en el acto que organizaba el Ayuntamiento de Badalona para explicar su participación en el proceso de Habitat III y la cooperación con otras ciudades periféricas como Saint Denis. El acto lo presentó José Téllez, teniente de alcalde de Badalona, ​​y participaron el concejal de derechos de ciudadanía y diversidad de Barcelona Jaume Asens y el ex-alcalde de Saint-Denis y presidente de la Plaine Commune-Grand Paris, Patrick Braouezec, con cierre de la alcaldesa de Badalona, ​​Maria Dolors Sabater. La intervención del Observatorio DESC ponía de relieve la importancia de los derechos humanos en la ciudad, de la incidencia en Habitat III y la Nueva Agenda Urbana como documento marco para los próximos 20 años. A pesar de las dificultades de participar en instancias internacionales como Naciones Unidas, la alianza entre ciudades y sociedad civil ha sido clave para reivindicar el lugar de los derechos humanos y el derecho a la ciudad dentro de la Nueva Agenda Urbana, promovida por la implicación de la Comisión de Inclusión Social, Democracia Participativa y Derechos Humanos de CGLU (Ciudades y Gobiernos Locales Unidos) en diferentes redes como la Plataforma Global por el Derecho a la Ciudad.

El disfrute de los derechos humanos que se concreta en el derecho a la ciudad presenta tres matices: 1) no es un concepto que excluye la ruralidad ni los asentamientos informales, sino que pretende reformular las relaciones ciudad- periferia y romper la desigualdad de recursos (por ejemplo, en relación con el consumo y la gestión de los residuos); 2) es un concepto mundial, que se utiliza en los diferentes continentes, si bien con diferentes aplicaciones prácticas; y 3) no se trata sólo de formular un listado de demandas hacia los poderes públicos sino que tiene una parte importante de autogestión y autoconstrucción. Las luchas por el derecho a la ciudad han sido las que han conseguido semáforos, autobuses y escuelas, las luchas vecinales y de los movimientos populares han construido nuestros barrios y pueblos. Pero el diseño de las ciudades también configura la vida de los vecinos y vecinas: cómo se garantiza el derecho a la vivienda, digna y adecuada, cómo promovemos unos espacios de intercambio desde una perspectiva social y solidaria, como pensamos el espacio público como ágora y espacio de socialización, sin barreras, criminalización de la pobreza ni represión de la protesta, y cómo se piensa una movilidad con menos coches, más transporte público y bicicleta. Estas cuatro esferas son las que se recogieron en la Declaració de Barcelona fruto del encuentro de Habitat III el 4 y 5 de abril: la huella que desde las entidades y la ciudad queríamos dejar a la Nueva Agenda Urbana. Las sucesivas versiones (aquí la última) han devaluado las posturas que llevábamos desde organizaciones, movimientos y ciudades progresistas que han impulsado la campaña # SupportRight2City a la espera de la cumbre de Habitat III en Quito del 17 al 20 de octubre.

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