La semana pasada participamos en el Congreso Internacional Congreso Internacional Derechos y Comunidades, en Buenos Aires, organizado ente otras organizaciones, por ACIJ Argentina, Global Namati y el IDRC LAC.

En América Latina existe una gran variedad de experiencias en las que las herramientas jurídicas han sido utilizadas por comunidades para mejorar sus condiciones de vida y recrear nuevas forma de vinculación con las instituciones y el derecho. En las últimas décadas, el litigio estratégico, la abogacía de interés público y el empoderamiento legal comunitario se han vuelto canales frecuentes de participación ciudadana y de petición a las autoridades, abriendo caminos de exigibilidad y experimentación jurídica. Esto supone un trabajo mancomunado entre profesionales y quienes son afectados por vulneraciones históricas de sus derechos humanos, que requiere poner en el centro a las propias comunidades, sus necesidades, prioridades y propuestas.

Con este punto de partida, las organizadoras del Congreso nos proponían visibilizar, debatir y profundizar en torno a las actividades de actores técnicos y territoriales que se han propuesto llevar a cabo estrategias de empoderamiento jurídico y abogacía comunitaria para hacer efectivos los derechos de las poblaciones más vulnerabilizadas y, entre ellos puntualmente, de quienes residen en áreas urbanas segregadas.

Los primeros días el evento se realizaron en la Facultad de Derecho de la UBA (Universidad de Buenos Aires). El miércoles pudimos asistir a paneles sobre segregación urbana, potencias y límites de los usos del derecho, litigio estratégico, empoderamiento legal comunitario, nuevas leyes y políticas públicas que acerquen el derecho a la ciudad y al hábitat a la población conociendo experiencias de Argentina, Brasil y Colombia. Además, conocimos de primera mano las experiencias de reivindicación de la seguridad en la tenencia de TECHO-Argentina y del Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI).

El jueves asistimos a la presentación del proyecto “Desafiando a la segregación socio- espacial en grandes ciudades latinoamericanas: empoderamiento legal comunitario y acceso a la justicia”, de la mano de la interesantísima experiencia en las villas de ACIJ en Argentina, también de Ecuador y Bolivia. Por la tarde, asistimos al panel “Profanizar el derecho: Formación jurídica y capacitación legal en asentamientos”, una mesa sugerente sobre la democratización de les herramientas jurídicas cuando se ponen al servicio de los derechos y las luchas populares.

Ese mismo día, explicamos nuestra experiencia e ideas sobre exigibilidad del derecho a la vivienda en Catalunya y en España, en el panel “Conflicto urbano en los tribunales: comunidades y judicialización”. En nuestra intervención, tras explicar brevemente el modelo de vivienda en Catalunya y España, presentamos las vías principales de exigibilidad y judicialización de este derecho, para pasar a explicar después las dimensiones complementarias y necesarias de la judicialización, el caso de la PAH como ejemplo, y algunas ideas finales sobre el tema que se puso en debate.

El viernes conocimos la Villa 20, uno de los distintos barrios autoconstruídos de la ciudad, con las clarificadoras explicaciones en primera persona del referente del barrio Marcos A. Chinchilla. En esta villa viven 30.000 personas en unas condiciones de urbanización precarias y actualmente están luchando para la dignificación del barrio. Se trata de una destacada lucha comunitaria para que se garantice el derecho a la vivienda y a la ciudad. Por la tarde asistimos al cierre del Congreso en la Casa de la Cultura de la Villa 21-24, un equipamiento urbano comunitario con una potencia cultural altísima, que exige mayor reconocimiento y apoyo al gobierno de Argentina.

En resumen, con un programa realmente completo y una mirada transformadora, ha sido un evento altamente enriquecedor en cuanto a contenidos, enfoque y también a nivel humano. Estamos muy agradecidas a las organizadoras que nos invitaron, por los aprendizajes y la red de organizaciones que hemos podido conocer.

Volvemos a Barcelona con herramientas, ideas y experiencias valiosísimas de toda Latinoamérica.

Sin duda alguna, hoy más que nunca, sabemos que las redes son esperanza y que los derechos se defienden.

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