Últimamente, los grupos parlamentarios de SI, ERC y de ICV-EUiA han presentado diversas proposiciones de ley al Parlamento de Catalunya para proteger a las personas y familias sujetas a execuciones de deudas dinerarias que afecten su vivienda habitual. Estas  propuestas incluyen medidas como la dación en pago, es decir, la posibilidad de que los deudores hipotecarios se liberen de la deuda entregando la vivienda a la entidad financiera. Aunque esta alternativa, planteada hace ya más de un año por la  Plataforma de Afectados por la Hipoteca y el Observatori Desc, a día de hoy cuenta con el apoyo de numerosas organizaciones de la sociedad civil y de diversos partidos, el gobierno central ha vuelo a criticarla duramente.

El principal argumento que usa la Ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, para rechazarla, es que podría poner en riesgo al sistema financiero del estado español “base de nuestro crecimiento económico”. A su vez, la Ministra puntualiza que en muchos casos el préstamo supera el valor actual de la vivienda, y añade que las familias tendrían que haber sido más prudentes a la hora de pedir créditos.

Ante estas afirmaciones, lo primero que llama la atención es la invocación acrítica de un modelo financiero y de crecimiento que constituyen una de las causas de la actual situación de crisis. Este modelo, basado en el sobreendeudamiento de las familias con fines especulativos y en la construcción indiscriminada de viviendas, ha demostrado ser un fracaso, tanto en términos sociales como ambientales. Pretender, pues, preservarlo no es sólo una actitud irresponsable, sino también un ejercicio de falta de realismo.

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